Pecas en niña
Mi hija de casi dos años ya tiene pecas pequeñas. ¿Es normal? ¿Tengo que llevar algún tipo de control?
Los seres humanos podemos nacer con lunares y pecas, es un hallazgo perfectamente normal en bebés y en niños pequeños. A medida que nos hacemos adultos, lo habitual es que vayan apareciendo más lesiones pigmentadas.
Los lunares y las pecas ‘normales’ suelen tener un aspecto regular y simétrico. Los signos de alarma que deben llamar la atención son:
A) Asimetría. Aquellos lunares que no tengan una estructura homogénea en los cuatro cuadrantes.
B) Bordes. Cuando tengan bordes irregulares, dentados, sobresalientes o difuminados.
C) Color. Los lunares con distintas coloraciones deben ser revisados.
D) Diámetro. Aquellos lunares mayores de 5 mm deben ser controlados.
Por lo general es excepcional que los niños sufran un cáncer de piel derivado de los lunares (melanoma), aunque siempre es recomendable hacer una revisión anual de las lesiones pigmentadas o ante los signos de alarma comentados anteriormente.
Los lunares deben ser revisados mediante la Dermatoscopía, una técnica sencilla y con alta precisión diagnóstica que realizan los dermatólogos/as. Te recomendamos que tu hija, si no se ha hecho nunca ninguna revisión de lunares, acuda con un/a dermatólogo/a para tener una primera impresión.