Cicatriz en el tiroides: tratamiento con láser fraccionado

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¿Por qué aparece una cicatriz inestética en la zona del tiroides?

La formación de una cicatriz hipertrófica o de un queloide en la zona del tiroides tras una tiroidectomía total o parcial es relativamente frecuente. Los motivos principales son dos: en primer lugar, la zona del cuello y del escote en la mujer tiene muy baja densidad de folículos pilosos. Debido a que éstos actúan como reservorio de las células que deberán formar una cicatriz fisiológica, al ser menor su número, se reduce la capacidad cicatricial de esa área. El segundo motivo es que el cuello está sometido a fuerzas de tensión por la movilidad que tiene. En conjunto esto provoca que después de una tiroidectomía haya una probabilidad notable de que se forme una cicatriz hipertrófica.

Las tiroidectomías suelen practicarse para el tratamiento de las neoplasias de tiroides y éstas suelen incidir en mujeres jóvenes. La cicatriz resultante puede suponer una alteración estética muy molesta, puesto que se sitúa en una zona muy expuesta en mujeres de esta edad.

Cicatriz en el tiroides: tratamiento con láser fraccionado. ¿Cómo se pueden tratar las cicatrices hipertróficas o los queloides en la zona del tiroides después de una tiroidectomía?

Durante el proceso de cicatrización, se seguirán cuidados locales mediante el uso de parches de silicona para reducir la probabilidad de que se forme una cicatriz hipertrófica o queloide. Un seguimiento cercano durante los primeros meses de la cicatrización permiten la identificación de los signos precoces de una cicatriz hipertrófica o queloide y proceder a su tratmiento precoz, que mejorará su pronóstico. Los queloides y cicatrices hipertróficas leves suelen responder positivamente a la crioterapia (aplicación de nitrógeno líquido) y/o a la infiltración de corticoides. En casos más notables, habitualmente se recomiendan los láseres.

Cicatriz en el tiroides: tratamiento con láser fraccionado: ¿Qué tipo de láseres se utilizan para tratar la cicatriz del tiroides?

Los estudios más específicos sobre tratamiento láser para cicatrices de tiroidectomías son con láseres fraccionados ablativos y no ablativos. Los láseres fraccionados tienen como objetivo sintetizar colágeno nuevo en la herida y reordenarlo para que la cicatriz mejore su aspecto. El láser fraccionado no ablativo sencillamente calienta la piel durante un mínimo espacio de tiempo, estimulando así la síntesis de colágeno. Desde el exterior, la reacción resultante observada es rojez e hinchazón que duran unas horas o pocos días. El láser fraccionado ablativo llega directamente a la dermis (capa intermedia de la piel donde hay el colágeno) y la remodela mientras el calor impacta en esa zona. La reacción observada desde el exterior es la formación de microcostras juntas de menos de un milímetro de diámetro que se desprenderán en unos días. Por lo general, los láseres ablativos son claramente más efectivos que los no ablativos, pero requieren una formación específica para su uso, ya que pueden ocasionar más efectos adversos si no se manejan adecuadamente.

¿Qué resultados ofrecen los láseres fraccionados en el tratamiento de la cicatriz de la tiroidectomía?

El objetivo del tratamiento de la cicatriz en el tiroides con los láseres fraccionados es disminuir su volumen y su color para que sea menos perceptible desde el exterior. En el estudio de Shin y colaboradores en el cual se trata la mitad de la cicatriz de la tiroidectomía con láser fraccionado ablativo y la otra con no ablativo, los resultados a los tres meses de finalizar el tratamiento son muy parecidos entre ambos dispositivos. Sin embargo, el láser no ablativo resultó más efectivo en reducir la rojez y el ablativo lo fue más para mejorar el volumen y la dureza de la cicatriz.

Los láseres fraccionados tienen una eficacia similar, aunque en el caso de la cicatriz por tiroidectomía los no ablativos reducen más el eritema y los no ablativos son más efectivos en la textura.

¿Cuál es el mejor láser para tratar la cicatriz del tiroides?

Probablemente lo óptimo es una combinación de ambos láseres fraccionados, con la finalidad de conseguir ambos efectos beneficiosos: reducción del eritema y del volumen de la cicatriz. Habitualmente, el láser no ablativo necesita numerosas sesiones para conseguir el efecto deseado, contrario a lo que ocurre con el láser ablativo. Por lo tanto, la combinación de ambos –cuando sea necesaria– aumentará la eficiencia del tratamiento y reducirá su duración.

¿En qué momento hay que empezar el tratamiento de la cicatriz de tiroidectomía?

En las cicatrices postquirúrgicas se recomienda habitualmente iniciar el tratamiento con láser durante los seis primeros meses después de la intervención. Si el periodo que ha pasado es superior (incluso de años), es probable que sea el láser fraccionado ablativo el más indicado a utilizar, ya que es más efectivo tratando el volumen, que es la alteración permanente más frecuente.

El momento ideal para iniciar el tratamiento con láser para una cicatriz de tiroidectomía es en los primeros seis meses. Sin embargo, es posible mejorarla aunque haya pasado más tiempo con láser fraccionado ablativo.

¿Es posible emplear otros láseres?

Sí. Existen estudios que demuestran la eficacia del colorante pulsado y de la luz pulsada en el tratamiento de las cicatrices hipertróficas y los queloides. Sin embargo, su poder se centra sólo en el eritema de la cicatriz y muy poco en el volumen de la misma. Algún estudio comparativo entre el colorante pulsado y el láser fraccionado no ablativo aboga por una mayor eficacia de este último.

REFERENCIAS

· Jung U Shin, Dorjsuren Gantsetseg, Jin Young Jung, Inhee Jung, Sungsik Shin, Ju Hee Lee. Comparison of Non-Ablative and Ablative Fractional Laser Treatments in a Postoperative Scar Study. Lasers in Surgery and Medicine 46:741–749 (2014).

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