DIAGNÓSTICO CLÍNICO DE LA PSORIASIS
La psoriasis es, probablemente, la enfermedad cutánea más frecuente y popular. Pese a su prevalencia del 2% a nivel mundial y a constituir un motivo frecuente de consulta en Dermatología, en ocasiones puede plantear un reto diagnóstico. Esto es especialmente cierto si no se realiza una exploración metódica (aunque sencilla) del paciente.
Esta enfermedad se presenta en un sinfín de formas, si bien la más típica (denominada “en placas”) muestra unas características semiológicas muy ricas que permiten la gran mayoría de veces un diagnóstico rápido y preciso. Con la simple obsrvación y palpación de las lesiones es frecuente conseguir el diagnóstico sin la práctica de pruebas complementarias como la biopsia de piel.
¿QUÉ SIGNOS BUSCAR ANTE LA SOSPECHA DE PSORIASIS CUTÁNEA?
1. EN LA PIEL
– Características de las placas. Suelen tener los bordes muy definidos, incluso en las formas palmares, plantares e invertidas (en los pliegues). Alrededor del borde de la lesión es característico, aunque raro, que pueda aparecer un halo claro hipocrómico, denominado halo de Woronoff. Esta característica es más propia de las lesiones que ya han sido tratadas o que presentan regresión espontánea. La descamación que tienen las placas suele ser intensa, aunque curiosamente muy fácil de desprender.
– Rascado de la lesión (rascado de Brocq). Ante la sospecha de psoriasis resulta esencial rascar la lesión suavemente para hacer que ésta emita la máxima información:
• Signo de la bujía o de la mancha de cera. Cuando se frota una placa de psoriasis, lo primero que se observa es que de ésta se desprende gran cantidad de descamación, de forma muy acentuada y sin ningún esfuerzo.
• Membrana de Duncan Buckley.Cuando se sigue rascando la lesión, después de que salte toda la descamación, aparece una capa de tejido translúcido muy fino. Ésta es la última membrana es la última que se desprende antes de aparecer el sangrado de la lesión.
• Signo de Auspitz o rocío hemorrágico. Tras la eliminación de la membrana de Duncan Buckley , casi de forma inmediata aperece un sangrado en forma de pequeñas gotas dispersas en la base de la placa de psoriasis. Este signo es patognomónico de esta enfermedad y permite su diagnóstico.
– Fenómeno isomórfico de Köebner. Existen algunas enfermedades de la piel en las que, cuando se produce un traumatismo cutáneo (rasguño, cicatriz quirúrgica, pinchazo), pueden aparecer nuevas lesiones de esa enfermedad en el área dañada. Esta característica no es exclusiva de la psoriasis, pero sí característica.
– Signo de Brunsting. En la psoriasis en placas no es raro que aparezca una lesión que se sitúa característicamente en el pliegue interglúteo y que, frecuentemente, pasa desapercibida por el propio paciente.
2. EN LOS ANEJOS CUTÁNEOS.
Ante la sospecha de una enfermedad cutánea resulta esencial explorar el cuero cabelludo y las uñas de los pacientes, dado que es frecuente que nos aporten información relevante. En el caso de la psoriasis este resulta especialmente cierto.
En el cuero cabelludo pueden aparecer placas de psoriasis, así como descamación y rojez difusas. Es habitual que en la zona occipital o en el área retroauricular se sitúen placas de psoriasis. Típicamente, el cabello se conserva y no se produce alopecia cicatricial por muy intensa que sea la inflamación del cuero cabelludo.
Asimismo, en las uñas es frecuente observar traquioniquia (pitting o presencia de pequeños pozuelos), coiloniquia (incurbación de la uña en forma de cuchara) y otras manifestaciones de la enfermedad: “manchas de aceite”, despegamiento de la lámina ungueal, descamación e hiperqueratosis subungueal.
CONCLUSIÓN
Como hemos visto, la simple exploración mediante la observación y el rascado nos puede aportar gran cantidad de información que permitirá emitir el diagnóstico de psoriasis sin la necesidad de practicar ninguna prueba complementaria.
Pese a que el avance tecnológico resulta básico en la Medicina y cualquiera de sus disciplinas diagnósticas y terapéuticas, la exploración física sigue teniendo un valor incalculable en la actualidad, siendo la maniobra médica más rentable debido a su extrema sencillez, rapidez e inocuidad para el paciente.
En la psoriasis, debido a su riqueza expresiva en la piel y los anejos, resulta especialmente útil. Esto permite que la gran mayoría de casos puedan diagnosticarse en un primer encuentro sin que sea necesario practicar ninguna prueba complementaria como la biopsia cutánea.
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. Leo Barco por la cesión de imágenes de gran calidad. Consulte el atlas dermatológico online DERMAFOTO.