¿Qué es una hiperplasia de glándulas sebáceas?
Fisiológicamente tenemos una glándula sebácea asociada a cada folículo piloso del vello y del cabello. La hiperplasia corresponde a un agrandamiento benigno del lóbulo sebáceo alrededor del folículo piloso, de causa desconocida asociada al envejecimiento normal de la piel.
¿Qué aspecto tienen?
Las hiperplasias de glándulas sebáceas se manifiestan como pápulas (“granos”) cupuliformes con una depresión central, de color amarillento o del de la piel normal, con un tamaño de 1-4mm. Suelen situarse en zonas ricas en sebo, como la frente y las mejillas. Aunque se presionen, no emiten prácticamente ningún material al exterior.
¿Son peligrosas?
No. Se trata de un agrandamiento benigno de los lóbulos sebáceos de la glándula, y no tienen ningún potencial maligno. Supone una alteración exclusivamente estética, por lo que el tratamiento no es necesario si no se desea.
Cabe remarcar, de todos modos, que se ha documentado una incidencia mayor de cáncer cutáneo no melanoma en las personas que tienen hiperplasias sebáceas.
¿Por qué aparecen?
Las hiperplasias sebáceas forman parte del proceso normal del envejecimiento de la piel, aunque pueden asociarse a la inmunosupresión crónica en pacientes con trasplante de órganos, especialmente si están tratados con ciclosporina.
¿Las hiperplasias de glándulas sebáceas son muy frecuentes?
Sí. Se considera que pueden aparecer hasta en el 1% de la población normal y hasta en el 16% en las personas tratadas con ciclosporina. Suelen aparecer sobre la 5ª – 6ª década de la vida.
¿Cómo se diagnostican?
Por lo general el diagnóstico es clínico con la observación con dermatoscopía, que presenta unos hallazgos característicos. Raramente se puede practicar una biopsia para diferenciarla de otras lesiones cutáneas.
¿Cómo se tratan las hiperplasias sebáceas?
Si se desean eliminar, es necesario destruir toda la unidad glandular ya que de lo contrario recidivan. Existen distintos métodos de eliminación, como la terapia fotodinámica, la electrocoagulación o la crioterapia. Aunque estos métodos son válidos, el primero tiene un coste muy elevado, el segundo tiene un riesgo no menor de dejar cicatriz y el tercero normalmente incurre en recidivas de la lesión.
En opinión del autor, el método terapéutico que ofrece mejor perfil es la eliminación mediante el láser de CO2. Este dispositivo permite destruir con precisión la lesión conservando el resto de la piel sana (reduciendo así el riesgo de cicatriz) y sin suponer un coste elevado por el beneficio que se obtiene. La recuperación suele ser excelente, con formación de mínimas costras que se desprenden en pocos días.
¿En qué consiste el tratamiento con láser de las hiperplasias sebáceas?
Debido a que las hiperplasias sebáceas no suelen ser voluminosas ni profundas, por lo general se puede practicar esta técnica con una crema anestésica o incluso sin ella. De lo contrario, se puede efectuar con anestesia local.
Posteriormente se procede a la fulguración de las lesiones con el láser de CO2, que permite efectuarlo con precisión arrojando sólo la energía sobre las lesiones sin dañar la piel circundante.
Tras el procedimiento se forma una erosión rosada y una costra fina que se desprende espontáneamente en unos días. Únicamente debe tenerse presente que hay que emplear protección solar FPS50 estricta después de su eliminación.
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. Leo Barco, por sus excelentes fotos clínicas. Visite su atlas online.
REFERENCIAS
· Bisaccia E et al. Treatment of extensive sebaceous hyperplasia. The Dermatologist 2011. 19(4): 40-42.