Tratamiento de las cicatrices con láser
Las cicatrices se forman como consecuencia de un fenómeno inflamatorio y/o traumático sobre la parte media de la piel, la dermis. Cuando ésta se daña, las fibras de colágeno y elastina se reordenan durante el proceso de cicatrización, y es posible que se produzca un defecto o un exceso de las mismas. En el primer caso se producirán cicatrices deprimidas (atróficas) y en el segundo, hipertróficas o queloideas.
El tratamiento de las cicatrices con láser fraccionado no ablativo se basa en la aplicación de un sistema de luz de erbio que permite impactar de forma específica sobre la dermis respetando la epidermis, la capa superficial de la piel (epidermis). Este tipo de tratamiento láser para las cicatrices presenta numerosas ventajas respecto al uso de sistemas de láser ablativo.
En primer lugar, no se forman costras ni heridas ya que la epidermis no sufre ningún daño. Esto implica que el paciente no tenga que interrumpir su ritmo de vida normal ya que no es necesario un periodo de baja como sí ocurre con el tratamiento de las cicatrices con láser ablativo, en el cual se tiene que re-epitelizar el tejido erosionado. Asimismo, el hecho de ocasionar heridas obliga, cuando se trata la cara con sistemas ablativos, a realizar profilaxis con fármacos orales para evitar una sobreinfección herpética. En el caso del tratamiento de las cicatrices con láser fraccionado ablativo, esto no es necesario ya que no produce heridas. Asimismo, el uso de láser no ablativo para las cicatrices tiene un menor riesgo de producir eritema (rojez), hiperpigmentación y formación de más cicatrices como efectos adversos.
El tratamiento de las cicatrices mediante láser fraccionado no ablativo resulta más cómodo que el realizado con ablativo, ya que no implica la necesidad de aplicar anestesia local sobre la zona a tratar en la gran mayoría de casos, ya que es un procedimiento indoloro o con molestias muy tolerables por el paciente.
El tratamiento con láser de las cicatrices mediante sistema fraccionado no ablativo permite además combinar esta terapia con otras opciones de forma simultánea, como por ejemplo los rellenos con ácido hialurónico en cicatrices atróficas o la inyección de corticoides intralesionales en el caso de los queloides. El tratamiento de cicatrices con láser ablativo no permite hacer combinaciones en el mismo acto terapéutico debido a las erosiones causadas.
El tratamiento de cicatrices con láser fraccionado no ablativo es cómodo y se realiza mediante varias sesiones de minutos de duración, separadas entre sí unas 4-6 semanas. El número de sesiones para tratar con láser las cicatrices mediante este sistema es muy variable en función del tipo y extensión de las cicatrices, aunque por lo general con 4-6 sesiones se produce una mejoría óptima.
Finalmente, cabe decir que los resultados del tratamiento con láser de las cicatrices con sistema fraccionado no ablativo son excelentes, consiguiéndose mejorías de las cicatrices atróficas por acné o de queloides de hasta el 70-80%. El hecho de poder dividir el tratamiento en varias sesiones cortas permite que el tratamiento con láser de las cicatrices mediante sistema no ablativo reduzca el coste total de la terapia, reflejando una relación beneficio/riesgo/coste sobresaliente.
VÍDEO SOBRE EL TRATAMIENTO DE LAS CICATRICES CON LASER
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